Integrante de Silvania y Ciëlo, creador del sello discográfico Click New Wave, un músico y dj cuya actitud y rebeldía ha sido un ejemplo de clase e independenciaCocó Ciëlo, músico de extraordinario talento, un dj arriesgado, y un inteligente provocador -verbal y estético- ha sido encontrado muerto en su domicilio de Madrid a primera hora de la mañana del domingo herido, según la policía, por cortes de arma blanca.
Nacido en Arequipa (Perú), emigró a Europa para cumplir sus sueños, para ser una estrella, dejando atrás un país que no le comprendía. Lo hizo junto a su gran amigo e inseparable compañero artístico, de penurias y laureles, Mario Ciëlo.
Llegaron a Alemania en los albores de los años 90 y de allí se trasladaron a Valencia donde, con el nombre de Silvania, sacaron sus dos primeros discos, el EP Miel nube hiel y el álbum En cielo de océano. Se adelantaron, con mucho, a la explosión de la música independiente en España y fueron pioneros de un sonido basado en la belleza y las espirales de las guitarras distorsionadas.
Gracias a esa primera etapa de Silvania, la música independiente de nuestros país pudo mirar a la cara a grupos como My Bloody Valentine, Cocteau Twins o Insides.
Cocó cambiaba la vida de cualquier persona que le conociera. Su radicalidad en una España cada día más gris empujaba al que le seguía a un tipo de barricada artística, necesaria, extravagante y única
Darle la vuelta a la nocheCocó, cuyo verdadero nombre era Jorge Revilla, pero qué poco importa eso, jamás tuvo pelos en la lengua y esa fue una actitud que le ocasionó admiradores y detractores con igual pasión
Silvania se mudó a Madrid e hicieron de la música, de la noche y de la cultura de la ciudad un lugar mucho más emocionante. Impulsaron el club Galax, dedicado a la electrónica que emergía en los 90, llevaron la dirección artística del subsello dedicado a la electrónica de Elefant (donde grabaron la mayor parte de su carrera como Silvania) y, posteriormente, Cocó fue el programador del escenario más arriesgado del Festival de Benicàssim, el Chill Out.
Durante años él estuvo ligado a la organización del festival e influyó siempre en su actitud más avanzada. Cocó odiaba lo previsible, la prensa musical formalista y aburrida, la juventud adocenada, la complacencia.
Dio por finiquitada una etapa y decidió tomar las riendas de su carrera. Él y Mario cambiaron Silvania por Ciëlo, rompieron los contratos y crearon su propio sello, Click New Wave. Para autoeditarse, para no depender, para cambiar el mundo. Y así fue.
La singularidad, que no extravaganciaCocó Ciëlo cambiaba la vida de cualquier persona que le conociera. Su estética, deudora del futurismo y la new wave, no se parecía a nada ni a nadie, sólo a él. Su radicalidad en una España cada día más gris empujaba al que le seguía a un tipo de barricada artística, necesaria, extravagante y única.
Periodistas y amigos decían de él que desde Fabio McNamara este país no había tenido la suerte de encontrarte alguien tan transgresormente pop como él. Desde hace añs y ya para siempre Cocó Ciëlo es una estrella.
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Fallecido DJ Coco Cielo resultó ser una celebridad en España Amanece en España y en Lima anochece pero resulta que la noticia de la muerte de un DJ llamado "Coco Cielo", de nacionalidad peruana y cuyo nombre real es Jorge Luis Revilla, resultó ser todo un lamentable acontecimiento que ocupa carátulas de diarios, reportes de TV y una retaíla de mensajes en foros españoles.
De hecho este peruano fue entrevistado por http://www.agenciaperu.com/ cuando llegó a Lima a ofrecer un concierto de música electrónica, también se presentó en la discoteca Nebula con un lleno total, pero en Madrid era muy apreciado por su música e hizo giras por toda la nación ibérica.
¿Como pretendes llegar al público dando un concepto, una reflexión o una sensación de placer? Le preguntó la periodista Roxana Chirinos de Agencia Perú y "Coco CIelo" respondió:
Yo creo lo que has dicho al final: ofrecer placer sensitivo. Porque el placer sensitivo lo contiene todo. El arte es una caricia a los sentidos. Todas las patrañas que se hacen o dicen sobre historias de la arte las respeto pero para mí la historia del arte es como las personas, hay miles de artes y miles de sensibilidades. El mérito del talento es que de repente tienes en tu mano la posibilidad de tocar diferentes cuerdas de una realidad invisible que se plasma a través de tu objeto.
El diario ADN de España titula hoy "Muere Cocó Ciëlo, la estrella más provocadora del 'underground'"... Cocó Ciëlo, músico de extraordinario talento, un dj arriesgado, y un inteligente provocador -verbal y estético- ha sido encontrado muerto en su domicilio de Madrid a primera hora de la mañana del domingo herido, según la policía, por cortes de arma blanca.
Nacido en Arequipa (Perú), emigró a Europa para cumplir sus sueños, para ser una estrella, dejando atrás un país que no le comprendía. Lo hizo junto a su gran amigo e inseparable compañero artístico, de penurias y laureles, Mario Ciëlo.
En tanto el diario el País, reseña así la noticia: A Jorge Luis Revilla todo el mundo le conocía como Coco. No sólo en el mundo de la música techno, en el que gozaba de un gran reconocimiento como integrante del dúo Ciëlo, sino también en el número 5 de la calle de Isabel la Católica (distrito Centro), donde vivía desde hacía 12 años, cuando llegó procedente de Valencia. Allí, en su piso, situado en la segunda planta del edificio, le encontraron muerto a primera hora de la mañana de ayer.
El diario ABC fue más policial y redactó así....Nuevo domingo sangriento en la región con una muerte violenta más, la número 55 en lo que llevamos de año y la segunda en cinco días. El suceso ocurrió en pleno distrito Centro, en el número 5 de Isabel la Católica, situada detrás de la Gran Vía, junto a la plaza de Santo Domingo.
De hecho en el myspace de Coco Cielo y su grupo, sus fans se despiden. http://www.myspace.com/cielocielo
fuente:
ADN (españa) y
Periodismo en Linea (Peru)
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EN ARGENTINA SE CONSIGUEN DISCOS DE CIELO Y SILVANIA A TRAVES DE
INDICEVIRGEN.COMSILVANIAAQUI VIENE EL OCEANO
Es difícil resumir el significado de Silvania para el universo electrónico español. Su posicionamiento y su visión del tiempo como materia moldeable ha sido la constante de una búsqueda sonora evidentemente audaz. Mario y Cocó supieron subvertir, como pocos, el pop y la electrónica encontrando nuevos matices a tan productivo encuentro. Y, más aún en un panorama que reclamaba nuevas miras y mejores resultados. ¿Pero cual era la esencia que guardaban tras su sonido?
Se puede decir que consiguieron plasmar en sus canciones toda la intensidad de su mundo interior, una especie de diario emocional en que las vivencias reales y oníricas se mezclaban con melodías que no sabían de patrones de tiempo y estilo. Por eso, de entre todo su caudal creativo, es observable su deseo de traspasarse a sí mismos, de redimensionarse disco a disco, de reflejarse en su música sin detenerse en el intento.
Cocó y Mario nunca han olvidado sus inicios. Las calles de Lima, el nacimiento de una escena subterránea peruana llena de punk, afterpunk y technopop que tenía sendos precedentes en otras décadas, y que potenciaba el deseo de ruptura con la inmovilidad propulsando la inventiva de aquel movimiento. La misma que llevaba a muchos adolescentes de los ochenta a formar grupos. La misma que les llevaría, años después, a formar The Silver Bells, un grupo que en su nombre homenajeaba a dos bandas claves para ambos, The Silverton’s y Los Belkings. De ahí a Silvania quedaba solo un paso.
El impulso creador les hizo abrir una nueva década. Silvania significaba diferencia, vuelo, imaginación. Era el punto de conexión de varias ideas guiadas por dos instintos en permanente intercambio de ideas. Su trabajo abarcaba tanto la composición de canciones como los artes que las envolvían. Silvania era fondo y forma.
Discos como “En Cielo De Océano” (1993), “Paisaje III” (1994), “Delay Tambor” (1996), “Juniperfin” (1997) o “Naves Sin Puertos” (1998) siguen perfilando extraños complementos que siguen funcionando en su propio aislamiento: En ese espacio donde la síntesis del dúo supo equipararse con su amplitud de miras.
¿Y hoy? Silvania se ha convertido en Ciëlo como parte de una evolución natural, de una observación a otro de los aristas que conforman su geometría musical. Tras un periodo en el que la abstracción buscaba nuevas vías de expresión, vuelven las voces para conducir el caudal melódico que siempre les acompañó. De la misma manera con que su talento les lleva por delante de sus sueños. CIELOVAMOS A CAMINAR | 2001 - 16 años (Patricia) | Paraiso Vacio
Cielo Dejando atrás una década, y con ella a Silvania, ellos siguen experimentando, matizando su electrónica con un fuerte acento pop, el mismo que siempre les ha guiado, incluso en sus momentos de mayor abstracción. "Un Amor Mató Al Futuro", su primer álbum, es el reflejo de una inquietud constante que explora los secretos de la síntesis dentro de la melancolía, la ensoñación, la diferencia y el ritmo con pasión y curiosidad.
Por eso su dualidad es importante, porque equilibra la potencialidad de ambos en un álbum lleno de canciones, lo mismo que ellos buscan para Click New Wave, y resuelve su actualidad mirando de frente, lanzándose, como siempre lo han hecho, a un universo personal que se mueve hacia delante, aunque rescaten la esencia del tekno pop de otras épocas y la adapten a nuevas formas sonoras. Porque de lo que se trata es de remontar al pop dándole una piel más excitante, dándole movimiento, sudor y adrenalina. Todo en una justa medida, propicia para que sus canciones no tengan una única dirección, sino, más bien, muchas vías en las que perderse y encontrarse.
Ciëlo es Cocó y Mario, pero también es más que ellos dos.
Intenciones, emoción y posibilidad.
Ciëlo es exploración. ________________| (c) Andy Stein | www.underpop.com.ar |________________
DEL BLOG DEL PREMIO MR E.
Gracias por la paciencia y la discreción a todos en Libertad Digital. Ya estamos de vuelta.
hermanos mayores, pero a la que siempre se le perdonaba todo (tú más, que como padre serías más blando que yo, implacable hasta el aburrimiento). Ha sido muy bonito ver cómo todos la queremos. Pero qué vacío tan grande ha dejado.
